Sin el velo de los “santos”

Unos mendigan al pie de la cruz, mientras otros ofertan un evangelio vacio de sentido cristiano, pero lleno de mercantilismo “evangélico”. ¿Será acaso muy difícil reconocer que el ser humano es mas que manos levantadas en medio de cuatro paredes, bajo los gritos silenciosos del dolor de un amen? ¿Qué esperamos del futuro si esta “iglesia” no logra entender que la vida es más que respirar y que el hambre no se pasa entregando mercados a los pobres? Me canse de ver sufrir a mi pueblo, de verlo llorar bajo las promesas de una vida mejor en el mas allá, mas allá que no llega nunca y que a lo único que ayuda es a ver en el suicidio una posibilidad de cercanía con un Dios o un Diablo, que al fin y al cabo en su universo intangible ofrece la libertad, que aquí la llamada iglesia nunca les pudo dar. Ofrezco disculpas (como si las tuviera que dar) a los que no reconocen en mi tono un llamado a la conciencia de VIDA. A los que ven en este post algún tipo de resentimiento, les invito a pensarse, si es que logran hacerlo sin el diccionario de L. Berkhof. Nauseas, es lo que me producen aquellos “teologuitos” que no hacen otra cosa que pasarse la vida mirando si evangelizan diciendo Cristo te ama o haciendo la oración de fe. Aquellos que invitan al cielo bajo la excusa del infierno. Conozco el dolor del abuso eclesial, se de la pasión de los que servimos a un Dios mas grande que el de la “sana doctrina”; es por esto, que no puedo dejar de reconocer, que la cruz no es un símbolo de paz, sino de reconstrucción social, de humanidad y dignidad y que sin esto dentro de una comunidad eclesial no existe el más mínimo indicio de evangelio. Pobres nosotros los que pensamos que Dios no tiene propósitos, los que creemos que la ecuación de la vida es mas amplia que cielo + infierno, pobres nosotros los de labios inmundos, que no podemos callar la indignación ante el abuso de poder de los jerarcas de nuestras comunidades, pobres nosotros los de manos impías, que no somos capaces de reconcomer los lugares sagrados para honrarlos en actitud idolátrica. Al parecer el “infierno” nos espera, no obstante, allí espero encontrarme al “cristiano (a)” que ante el cuestionamiento de su fe se sumergió en la “verdad” de las “escrituras” para no perder su Statu quo. Si alguno puede decir con migo la frase de Jesús “mujer, tu fe te ha salvado”. Le doy la bienvenida al grupo de los “malos”, advirtiéndole que es el nacimiento el que nos da conciencia de muerte. Posdata: luego desarrollaré la primera frase de éste post.

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