Justicia: una mirada hacia adentro

¿Qué buscamos cuando decimos justicia? ¿A qué magnánima potencia invocamos cuando clamamos por ella? ¿Será acaso a una suerte de poderes externos que dan orden e indican lo debido? Tal vez solo invocamos conciencia humana. Humanidad, respeto e inclusión. Justicia para este “ingenuo” autor no es el vocablo griego δίκη (díkē) que presupone un orden de ley.

Es la dimensión humana de conciencia por el otro. Es la identificación genuina de la imagen y semejanza de Dios en el hombre (ser humano). Es la provocación a salir de la caverna del yo egocéntrico y entrar en el espacio del nosotros.

Justicia es mucho más que la suma de todas nuestras leyes aplicadas; ella anula nuestras pretensiones de dominio y control sobre el otro obligándonos a mirar hacia adentro. Dar a cada uno lo que le corresponde es la definición de justicia más pobre y débil que he oído y sobre todo si es aplicada a Dios como ser Justo. Aún así esto podría ser justo, pero no justicia. Justicia sería dar a cada uno lo que quiero para mí. Finalmente cada vez que clamemos por ella deberíamos pensar que lo que está en juego no es el otro sino yo. Mi humanidad y responsabilidad humana.