Una Religión que Desangra

Me presento: Soy uno que no tiene la religión como excusa para reflexionar, al contrario, uno que reflexiona a causa de lo que ésta le produce. Inscrito dentro de una corriente que para muchos, atenta contra la misma fe, pero convencido de que el propósito de Dios es mayor que ser reconocido como cristiano. Convencido de esto, se poner mis creencias entre paréntesis sin dejar de creer en ellas. Así permito, que lecturas que siempre han estado ahí puedan tener sentido sin un prejuicio religioso cristiano por delante. Con lo anterior no pretendo decir que mi objetividad alcanza la mayor medida, aunque conviene precisar que ver desde el centro de la religión, en este caso, el cristianismo puede ser en ocasiones tan dañino para un teólogo como si perdiera su propia fe. No es un secreto que el cristianismo es una de las cinco religiones mas grandes del mundo, que el hecho de llamarnos cristianos nos hace pertenecer, o al menos, nos identifica con esta religión. El cristianismo es una religión específica: invoca a Cristo y en ese sentido, es una religión cristiana. “Una religión que desangra”… ¿qué clase de religión es ésta? Atreverme a decir que es la religión que practico es tal vez, para unos un abuso, pero para otros algo cierto. Una religión que día tras día, no por causa propia, sino por la interpretación negativa, absurda, incorrecta y deficiente de muchos de los que dicen ser cristianos y, sobre todo, de líderes quienes predicando lo que ellos llaman verdad en sus comunidades eclesiales (iglesias) hacen de los fieles vidas esclavas y aún peor, almas esclavas. Que diferencia a lo planteado por el apóstol Pablo en la carta a los Romanos Cáp. 1.1: Pablo, esclavo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios. Dicen que predican una causa, que luchan por una causa; yo pregunto: ¿qué causa?, Porque si es la que predica el Evangelio (Jesús) entonces ¡que religión tan absurda! Estos líderes religiosos sea cual sea el nombre que reciban, “ven en sus comunidades borregos y no ovejas”. No es fantasía afirmar que muchos de estos ven la actual teología de la prosperidad como una oportunidad de beneficio, a la iglesia como casa de beneficencia donde los únicos favorecidos son ellos. ¿Dónde está la libertad en esta religión? Cuando veo fieles cristianos que en vez de vivir sólo existen y que en vez de ser libres se desangran bajo el peso de una religión que les ha dejado sin oportunidad de ser sumiéndolos en una serie de normas y patrones que no hacen más que presentarle a un Cristo muerto e incapaz de hacerles feliz, me pregunto: ¿esto es el Cristianismo? “Sin la sangre, elemento fundamental en la vida del cuerpo humano, la vida del hombre se extingue” Una religión que desangra es una religión que quita vida y detiene el potencial de Dios en el ser humano. Entonces, seamos claros, ¿qué clase de religión es la que se predica? Debo reconocer que muchos han dicho que no es una religión, “sino un estilo de vida”. ¿Qué clase de estilo de vida anula a mi semejante y lo pone bajo mis pies? Al menos no el que Cristo vivió. ¿Tenemos que acostumbrarnos a vivir así con eso que muchos llaman cristianismo? Esa clase de religión que consume la vida de unos cuantos para poder sostenerse, ¿qué le criticamos al extremismo Islámico? que ellos quitan vidas y, ¿es que acaso el actual cristianismo no está haciendo lo mismo? Sólo que de este lado las vidas no son físicas sino espirituales. Prostitución es la palabra que describe lo que hoy oligarcas religiosos han hecho con el cristianismo. Qué clase de Dios está predicando hoy el cristianismo ¿acaso uno tirano?, ¿acaso uno económico?, ¿dónde está el evangelio?, ¿Dónde esta hoy Jesús en el cristianismo? Agradezco a Dios y no olvido a aquellos que de una forma honesta y desinteresada se acercan a las vidas y propenden por su restauración en todas las áreas. ¿Quiénes son más?, ¿Quién hace diferencia? ¡Jesús hizo la diferencia, no la religión!