Global Survey on Theological Education

Joint Research Project on Theological Education in World Christianity 2011-2012

You are invited to participate in a major new research project on the state of theological educationcurrent trends, ongoing challenges, and expectations for the future.

  • The project is designed to gather data and perspectives on all forms of theologicaeducation in every Christian tradition from all parts of the world.
  • Everyone interested in education for ministry (ordained and lay) and preparation foresearch and teaching in theology is invited to participate by completing the survey.
  • Empirical data will also be collected from all individual institutions of theologicaeducation and all associations of theological schools.




Consulta latinoamericana sobre religión de la ASSET

 Cambio - significación y desafíos: ¿Una nueva visión de la religión, crisis de la religión o nueva teología de la religión?.
Una y otra vez hemos escuchado que los seres humanos somos seres religiosos que dentro de nosotros existe una suerte de “dispositivo” que nos inclina a la  búsqueda de la trascendencia, que de una u otra forma buscamos lo divino; aquello que nos conecte con una realidad más allá de la finita en la que nos encontramos. No obstante, por generaciones la religión paso de ser un expresión de lo trascendente y se convirtió en la institucionalidad de lo sagrado, un lugar de poder en el que los “ilustrados” desarrollaban sus deseos de trascendencia y poder; un espacio en el que lo divino, aunque presente, era mediado por un sin numero de objetos y símbolos, que prometían  acercarnos a Dios de una forma directa.
La religión paso de ser una parte de la condición de re-ligare del ser humano –con todo lo que implica y deja de implicar este enunciado– y se transformó en un conjunto de dogmas, liturgias, doctrinas, oraciones…, que la hicieron cada vez más ausente-presente, es decir, la religión terminó vinculada a aspecto legales y casi judiciales que la alejaron de la vida real de las comunidades en constante transformación y la acercaron a determinados espacios de la sociedad que se hallaban ávidos del soporte y legitimación de sus estructuras de pensamiento.
Con lo anterior no queremos decir que la religión perdió su sentido, si es que en algún momento hubo un único sentido de la religión, mas bien, buscamos hacer que nuestro lector comprenda que hay procesos que la religión a  atravesado a lo largo de su historia en el mundo, procesos que han hecho de ella una metáfora capaz de ser interpretada de diferentes maneras y desde diferentes especialidades.
Tanto es así que decir teológicamente lo que hoy es Religión; es hablar no sólo de una amalgama de cualidades (políticas, sociales, culturales, económicas…)de dicho espacio reservado al vinculo entre lo considerado sagrado y lo considerado profano, sino además de una dimensión del no-lugar, teológicamente religión hoy es el lugar del desencuentro, el espacio de la frontera entre las identidades, una espacio de virtualidad en el que lo económico, político y social del ser humano se ve dominado por la terceridad de sus deseos y obligaciones en un mundo viciado de capitalismo y neoliberalismo.
Cuando halamos de terceridad estamos hablando de la dimensión de lo virtual, no en el sentido de la tecnología aunque, usando sus palabras, sino en le sentido de una experiencia que se pone más allá del plano de lo concreto o imaginario, el espacio de lo virtual o de la terceridad es el espacio que hoy ocupa la religión.  
Por tanto; hablar de religión hoy no implica la creencia en una determinada doctrina o en una pluralidad de las mismas sino, hablar de un lugar virtual en donde dado el caso no es necesario creer; solo habitar.
El no lugar es un espacio de virtualidad, de terceridad capaz de soportar una diversidad tal que implique la reconstrucción de nuevas identidades de lo sagrado.
Esto se puede ver en la practicas que muchas religiones llevan a cabo a la hora de realizar su tarea de enseñanza; muchas se han visto obligas a transformar su lenguaje por uno mas inclusivo abandonando exclusivismo radicales, otras han optado por reconocerse como parte de un todo mayor, como espacio de revelación junto a las demás, no obstante en la conjunción de estas posturas surge la nueva comprensión de la religión; un espacio que no le pertenece a nadie, un no-lugar, un espacio donde plural y diverso obtiene su razón de ser. Es como si la religión estuviera siendo liberada de las cadenas del lenguaje categorizador para hacerme presa de la metamorfosis de la terceridad, esto es, de un proceso de identificación con lo no identificado.
Creemos que este es uno de los grandes cambios que ha estado apareciendo en nuestra época, una religión que se resiste a ser enmarcada por el lenguaje clasificatorio y restringido, que opta por la formula de la metáfora, por el espacio de colisión entre las identidades y saberes de las distintas tradiciones religiosas milenarias y de las espiritualidades históricas.
La religión se esta transformando en el lugar de lo no identitario, en un espacio capaz de albergar lo mas disímil. Muchos pueden opinar que esto siempre fue así, a lo cual debemos responder que no, si bien la religión vista desde el plano más general o desde las ciencias de la religión puede verse como espacio casi neutro que cada tradición religiosa llena con sus propios significantes, no es esto lo que ocurre hoy en día.
Lo que nuestra generación esta viviendo es la mixtura de una religión que ya no es mas espacio a ser llenado sino espacio lleno que se resiste a ser puesto en un único lugar y que reclama para si un no-lugar. La religión dejo de ser lo que las religiones dicen que es para pasar a ser la mixtura de las mismas y la confluencia del quiebre epistemológico producido por el pluralismo religioso y la teología pluralista de las religiones. 
Una perspectiva teológica de la religión y su transformación actual producirá una teología de las religiones que haga estallar el concepto de lo particular y se involucre en la tarea de una teología de las religiones del límite, es decir, una teología que sea capaz de responder desde ese mismo lugar de la pluralidad y que si ha de tener identidad esta sea producto de la pluralidad y no de la perspectiva de los significantes de una tradición religiosa particular.
Un nueva teología de la religión debe ser pensada, ya la religión que respondía desde su lugar de limites claros y alcances precisos no da cuenta de los cambios y las transformaciones de nuestra sociedad. Y es que en este punto basamos nuestra observación. Nosotros como sociedad hemos cambiado, estamos atravesados por un desdoblamiento de nuestra identidad, por la fragilidad de las relaciones permanentes con el mismo sistema de significantes, la Internet y todo la “tenocratización” de nuestras comunidades ha hecho que nuestra forma clásica de ver y entender la teología de la religión sea puesta en paréntesis.   
En este nuevo caminar aparecen grandes temas que deben ser resueltos o por lo menos considerados muy seriamente, a saber, de que Dios estamos hablando cuando hablamos de que la religión es un no-lugar, una terceridad, el lugar de lo no identitario, es decir, desde esta nueva perspectiva ¿podremos seguir hablando del Dios del cristianismo o del Islam, etc., o tendremos que perder el miedo y “hacer estallar” el significante Dios repensándolo desde un lugar mar cercano al de la teología negativa o simplemente transformando su concepción? 
¿Dentro de la tradición cristiana la cristología deberá ser pensada una vez más desde un lugar impropio como parte de la relación dinámica de la humanidad y su trascendentalidad?
Que lugar tendrá en este “nuevo” paradigma la concepción de la comunidad eclesial o comunidad religiosa en general, no obstante, sobre estos desafíos consideramos que el más importante se presenta a la concepción de nuestra propia identidad religiosa, es decir, ¿tendremos que dar cuenta de una identidad teológico-religiosa que no reposa en una concepción de identidad particular, sino que construye su base en la mixtura del límite-frontera entre las diferentes tradición religiosa?
Si quisiéramos hacer de esta reflexión algo programático para ser estudiado proponemos empezar observando en una suerte de ejercicio periodístico los cambios en la forma en que nos comunicamos tanto al interior de nuestras comunidades religiosas de base como al exterior de estas con el resto de la sociedad. Posteriormente sugerimos dar respuesta a las siguientes preguntas:
- ¿A qué llamamos identidad religiosa?
- ¿Qué es lo esencial a la hora de compartir nuestras creencias con otros? (Ser escuchados, hacer proselitismo, ayudar a la comprensión de nuestra perspectiva, entre otras.)
- ¿Cómo era la confianza en la religión hace 20 años y cómo es hoy?, ¿qué tipo de cambios podemos observar?, ¿tienen estos cambios implicaciones para nuestra vida práctica?
-¿qué idea nos hacemos cuando escuchamos hablar de no-lugar de la religión?
¿Qué se espera de la religión hoy?
La intensión de nuestras preguntas es acercarnos a una reflexión que pueda ser guiada a comprender que significa hablar de religión hoy y sobre todo a cambiar de actitud frente al inminente cambio que estamos experimentando.
Finalmente no queremos dejar de un lado las implicaciones políticas que este nuevo paradigma trae para las religiones. Creemos que tanto la jerarquía de las religiones como los sistemas de gobierno y las formas en que se reparte el poder en las diferentes tradiciones religiosa vera reflejado en su fuero más interno este cambio.
No es lo miso sostener políticamente un paradigma en que los fieles o creyentes se identifican con lo particular de cada tradición, que uno en el cual tanto creyentes como no creyentes puedan tener lugar gracias a su sistema complejo y plural capas de soportarlos.
A manera de conclusión preliminar sostenemos que  no hay religión posible sin que esta sea redireccionada por las nuevas preguntas de la sociedad y que en una Era plural no es posible una religión “singular”.
Universidad de Ginebra - I. U. ISEDET